Un día la dueña de una panadería en Puerto Rico decidió generar su propia electricidad y así comienza la historia…
Puerto Rico es un territorio estadounidense con 3,2 millones de habitantes y tiene una de las fuentes de electricidad más caras y menos confiables del país. En Castañer donde vive, tres o cuatro veces por semana se corta la luz. En 2017, el huracán María dejó partes de la isla a oscuras durante casi un año. Castañer estuvo sin electricidad durante ocho meses.
Como si el dinero que pagó por su factura de electricidad no fuera suficiente, también debido a los constantes cortes y fluctuaciones de voltaje sintió que necesitaba hacer algo grande para resolver este problema. Fue entonces cuando decidió involucrarse en proyectos comunitarios de microrredes donde podría producir y vender electricidad a otros. Montó 51 paneles solares en su techo para alimentar un banco de baterías e inversores industriales dentro de un salón de belleza al otro lado de la calle. Desde allí, la electricidad fluía hacia la oficina de correos de Estados Unidos, una heladería, una residencia privada y un cargador de vehículos eléctricos.
Con este proyecto paga una tarifa por el piso de 771 dólares, mientras que antes pagaba más de 1.000 dólares al mes por la electricidad. Las microrredes no sólo añaden una capa de redundancia al sistema, sino que también son una forma eficaz de atraer más energía renovable.
Imagínese que tanta gente fuera capaz de generar energía renovable en ciudades como Castañer, que no habría fluctuaciones de voltaje ni cortes de energía. Entonces tú también puedes ser una historia de inspiración, ¿por qué no?